
El 02 de noviembre de 1945, en la ciudad de Loja, nació una
niña llamada Esther Jaramillo de la madre Rosa Matilde Jaramillo Torres y del
padre Alfredo Vicente Castillo; Esther Jaramillo lleva el apellido de la madre
y no el del padre por razón de que su padre no estuvo presente en la vida de
Esther. Esther creció en un hogar familiar junto a sus cinco hermanos: Gloria,
Gonzalo, Fanny, Gabriela y María.
Esther estudió en la escuela La Porciúncula, más conocida como
las “Panchas”. A una edad muy temprana se casó con el Señor Guillermo Fierro,
con quien tuvo 8 hijos llamados: Nancy Fierro, Cayo Fierro, Lorena Fierro,
Joffre Fierro, Anthony Fierro, Natasha Fierro, Guillermina Fierro y Rolando
Fierro; se desenvolvió como ama de casa para cuidar a sus hijos y también como
comerciante para ayudar en la economía del hogar, gracias a ello todos son
profesionales.
Lamentablemente después de unos años, Guillermo el esposo de
Esther se enfermó de Parkinson y diabetes, dos enfermedades muy terribles, a
causa de la diabetes le tuvieron que amputar primero sus dedos del pie y
después su pierna, todo el dolor de Guillermo lo sentían sus hijos, nietos y
sobre todo Esther que era quién lo cuidaba y acompañaba cada día. Luego de
tantos sufrimientos y de muchos días de agonía llego la muerte de Guillermo,
Esther en la actualidad sigue de luto.
Uno de los viajes de Esther es Galápagos y su frase es “No
dependas de nadie más”. En la vida de Esther no han existido solo cosas malas,
también ha habido cosas buenas, como el triunfo de sus hijos y la llegada de
cada uno de sus nietos: Israel, Andrea, David, Jorge, Ricardo, Daniela, Stanis,
Carolina, Joel, Daniel, Sebastián, Mateo, Santiago, Samuel y sus bisnietos
Joaquin y Benjamín a quienes quiere mucho.
Hace unas semanas, Esther recibió una noticia que la lleno de
mucha alegría y felicidad, y es que su nieto Jorge, se graduó con las mejores
calificaciones como Médico, el tener un Doctor en casa es un orgullo para
Esther y la familia, ya que cuándo Guillermo estuvo tanto tiempo en la clínica,
Esther pensaba en que bueno es tener a alguien que atienda a su esposo y ahora
está segura, que su nieto, la cuidaría a ella si algún día se enferma.
Samuel Hidalgo
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