Los niños de octavo grado realizaron una emocionante expedición a un lugar llamado Saraguro, luego hacen una entrevista a Hugo Tapia, uno de los propietarios de la reserva.
El día martes 27 de septiembre del 2016, los alumnos
del octavo grado de la escuela de educación básica Amauta, a las 9:37 de la
mañana, se preparan para una pequeña excursión a un lugar llamado Saraguro. Se
llama así debido a que antes había una maestra llamada Marta Sarango y los
niños le bautizaron así a esta pequeña pampa puesto que la maestra era de
Saraguro.
En la caminata al empezar pudieron ver uvillas y moras
endémicas (de forma natural). Esta reserva antes era una finca ganadera por lo
que se encontró un bebedero para los animales. Un poco después pudieron ver
unas bellas tibouchinas (flores moradas). Estas flores tenían tonos violeta y
morado. Mientras siguen pueden observar un bosquecillo y un poco después ya se
puede ver a Saraguro. Ya llegaron al lugar deseado, era un paisaje muy bello,
se veían las montañas verdes y grandes, al parecer, valió la pena.
Después de unos días entrevistan al Ing. Hugo Tapia,
es uno de los ocho hermanos que compraron la finca piscícola ganadera que luego
se convirtió en reserva. Fue comprada en el 2003. La reserva mide 4 kilómetros
de largo y aproximadamente 1 km de ancho. La escuela Amauta se encuentra en la
parte más baja.
Según Hugo, la captación que hay en la reserva y la
otra captación por la región abastecen al 40% de la población de Loja. El
Ministerio Ambiental hizo una investigación sobre la cantidad de coliformes de
un metro cúbico en el agua y encontraron los siguientes datos:
Antes de la captación se han encontrado 85 coliformes.
Frente a la puerta un poco más de 180 coliformes.
Frente a los pollos 8000 coliformes.
Pasando el pueblo del Carmen, 750000 coliformes.
Estos son los resultados del laboratorio, pero esto es
impactante. Según los científicos para tomar agua debería haber menos o
exactamente 200 coliformes.
La UTPL realizó una investigación con 11 cámaras
trampas. Muchos decían que un oso de anteojos vivía en mucho espacio, pero
impresionadamente encontraron 7 osos en 306 hectáreas, lo que es mucho;
contradice lo que decían los demás.
También se hizo una recuperación de la chinchona, ya
era prácticamente extinta, entonces este grupo de jóvenes fue a varios lugares
donde solo encontraban 2, 6 u 11 árboles, pero en Amauta se encontró 60 a 80 de
forma natural lo cual es impresionante. En palabras de Hugo, les cuenta: “la
mayoría de las escuelas son de cemento, ni se encuentra una planta, tal vez
haya una planta pero casi muerta, pero aquí están rodeados de naturaleza”.
Hicieron un esfuerzo en sembrar cinchonas, tras varios
intentos descubrieron que la cinchona necesitaba tierra fértil y luz. Tuvieron
que experimentar mucho porque no hay algo que te diga cómo plantarlas.
Una investigadora española empieza a buscar las
especies de aves en la reserva; con esta maravillosa noticia nos despedimos y
gracias por prestar atención.
Ilse Diaz
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