"Bipolar" de María José Naranjo

En esta ocasión entregamos un cuento lleno de misterio, en un ambiente psicológico inquietante, con un final alarmantemente inesperado. Leamos el cuento de una joven con un talento único que tenemos la suerte de tener en Amauta.

http://issuu.com/sotoanapaulina/docs/mar__a_jos___naranjo.docx

Solo por un tropezar

En siguiente enlace le permitirá a usted leer el cuento "Solo por un tropezar" de Yamilka Erazo, estudiante del noveno grado de educación básica de Amauta. Espero que lo disfruten y mis felicitaciones a Yamilka por su talentoso trabajo.

http://issuu.com/sotoanapaulina/docs/yamilka_erazo.docx

La Dama Tapada

Se dice que la dama tapada es una peculiar mujer guapa que anda por las calles de Guayaquil en la noche buscando hombres borrachos, según las historias relatadas por muchas personas acerca de estos acontecimientos, una extraña joven se les aparecía vistiendo un hermoso vestido de esa época y lo misterioso era que su rostro estaba tapado con un velo, que hacía que  las personas que se encontraban con ella no la reconocieran , cuando las víctimas se le acercaban a dama tan bella para verle bien el rostro, un olor espantoso contaminaba el lugar, y al ver su rostro, se podía ver a un cadáver aún en proceso de descomposición, el cual tenía unos ojos que parecían unas grandes bolas de fuego.

La mayoría de las personas moría con convulsiones o botando espuma.

Versión de: Valentina Álvarez.

La Gallina de Oro

En recintos de la costa ecuatoriana, especialmente en los asentados de los ríos, aparece al amanecer una gallina de oro, las personas que la han visto hablan de ella con temor y respeto también, dicen que sale a las orilla del río, dorada y resplandeciente como el sol, seguida de una docena de pollitos que brillan entre las primeras luces del día, en cierta ocasión unos hombres de un pueblo se reunieron para atrapar a esa peculiar criatura con sus pollitos, uno se imaginaba que con esa riqueza podría comprar una finca para salir de la pobreza, el que más se lo veía con ganas de ser millonario. Bueno, el plan salió como ellos querían pero la gallina logró escapar con sus pollitos y los hombres quedaron desilusionados.

Versión de: Valentina Álvarez.

El cura sin cabeza

Se trata de una persona que se ponía un hábito de cura tapándose la cabeza; y sobre la cabeza, un sombrero, y así parecía que no tenía cabeza, por eso le decían “el cura sin cabeza” los que alguna vez lograron verlo, porque iba montando un caballo a todo galope.

Recorría las calles de la ciudad para despistar el lugar adonde iba, que era el convento de las monjas conceptas donde estaba recluida  su amada a la cual no le permitían su relación amorosa. Tenía una hora fija a la que pasaba, por eso los habitantes de la ciudad se recluían en su casa desde las seis de la tarde, porque le tenían mucho miedo.

Cuentan que una vez unos jovencitos se llenaron de valor para tratar de descubrir a este personaje a caballo que tenía asustados a todos en la ciudad. Dicen que le amarraron una soga de lado a lado de la calle y así el caballo tropezó y el cura sin cabeza cayó, los chicos le destaparon la cabeza y vieron quien era.

Versión de: Valentina Álvarez.

Etsa y Nantu: leyenda shuar

Se trata de dos gemelos que a uno se lo reconoce como el sol que es Etsa y al otro como la luna que es Nantu , los dos amaban a la misma mujer y un día como los dos la querían, se casaron con ella, pero Nantu se sintió celoso porque la quería solo para él, los gemelos se pusieron de acuerdo para uno tenerla en el día y otro en la noche, pero Nantu la quería tanto que llegó a secuestrarla por la noche y la mantuvo con él, pero no duró mucho porque Etsa se enteró y la reclamó, Etsa estaba tan furioso que golpeó en el ojo a Nantu que le quedó blanco como la mismísima luna. Los hermanos se pusieron muy furiosos, Etsa separó la tierra del cielo y cada día que pasa lo persigue a Nantu intentando disculparse pero nunca lo atrapa.

Versión de: Valentina Álvarez.

El Gallito de la Catedral

Había un hombre que se  llamaba Ramón Ayala  y era apodado “el buen gallo del barrio”. Había una señora que era muy guapa y los hombres intentaban conquistarla, don Ayala después de sus grandes borracheras, caminando hacia su casa que se ubicaba a unas pocas cuadras de la Plaza de la Independencia, decide pararse frente a la Catedral y así se enfrenta al gallo de la Catedral, diciendo: "¡Qué gallos de pelea, ni qué gallos de iglesia! ¡Soy el más gallo! ¡Ningún gallo me ningunea! ¡Ni el gallo de la Catedral!

Se dice que los gritos de don Ramón podían acabar con la paciencia de cualquiera, don Ramón, ebrio, sentía que algo lo estaba siguiendo y comenzó a tener mucho miedo, pero como un buen gallo se paró desafiante. El gallo con un picotazo en la pierna lo tiró en el suelo de la Plaza Grande. Don Ramón asustado y con miedo pidió perdón a la Catedral y a su gallo, pero este le dijo que prometiera que nunca volviera a tomar micelas y él le contestó que ni agua volverá a tomar.

Versión de: Valentina Álvarez.